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(Víctor y Diego).
LLEGÓ SIN HACER RUIDO
COMO HACE UN BUEN LADRÓN.
NO LE REPROCHO NADA,
LE INVITAMOS LOS DOS.
FUE HACIENDO SU TRABAJO
SIN PRECIPITACIÓN
SABIENDO QUE LA HISTORIA
LE CARGA DE RAZÓN.
Y ASÍ, SIN DARNOS CUENTA
PINTÓ
TANTO VACIO ENTRE LOS DOS
QUE DABA PENA VER,
HUYENDO A LA CARRERA AL CORAZÓN.
EN CASA YA REINABA; EL DESAMOR.
UN CORO DE SILENCIOS
POBLADOS DE RENCOR,
DEJABA TRAS SUS PASOS
POR CADA HABITACIÓN.
Y YA, DUEÑO DE TODO
LO QUE ERA DE LOS DOS,
AÚN TUVO UN BUEN DETALLE:
NOS REGALÓ EL ADIOS.
Y ASÍ, SIN DARNOS CUENTA
PINTÓ
TANTO VACIO ENTRE LOS DOS
QUE DABA PENA VER,
HUYENDO A LA CARRERA AL CORAZÓN.
EN CASA YA REINABA EL DESAMOR.
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