BIOGRAFÍA DE VÍCTOR Y DIEGO



Foto: Manuel Nieto

***************************************

VICTOR Y DIEGO
(Breve semblanza biográfica).


Víctor Manuel Martín Rubio y Jesús de Diego Nieto, VICTOR Y DIEGO, nacen en pleno corazón de Madrid, en los alrededores del Rastro. Víctor, en la calle de Toledo, en la casa que se edificó en el solar del que fuera Teatro de Novedades, frente al Mercado de la Cebada. Diego, en la calle de Rodas, perpendicular a la de Embajadores, donde vivió hasta que su familia se trasladó a la calle de San Cayetano, muy cercana a la anterior. Entablan amistad durante el Bachillerato en el Instituto de San Isidro pegado a la que entonces era la Catedral de Madrid. Un ambiente castizo, el de sus primeros años, que marcaría gran parte de las historias costumbristas que más tarde se verían reflejadas en su trabajo.

Además de estudios y barrio, compartían otra cosa; ambos querían tener un grupo. Estamos en 1.968 y en realidad, ése era el sueño de cualquier adolescente de la época. Víctor aprendía a tocar la guitarra robándole horas a los estudios y cantaba en el coro del Instituto. Diego dedicaba el tiempo a leer y a escribir sus primeros poemas. A la salida de clase, intercambiaban discos de los Beatles, los Stones, los Kinks, y pegaban la oreja al transistor para escuchar a Angel Alvarez, El Gran Musical...

Cuando terminan el Bachillerato se produce uno de esos lapsus que aparecerán durante toda su trayectoria. Diego comienza a trabajar como Técnico de iluminación en la compañía de Antonio Gades, de la que acabaría siendo durante un tiempo Director de Escena. Víctor por su parte, decide invertir las 300 pesetas que había conseguido juntar en matricularse en el Conservatorio de Música de Madrid.

Durante los siguientes cuatro o cinco años, lo único que les mantiene unidos son la correspondencia que mantienen mediante las postales que Diego envía desde cualquier parte del mundo contando sus andanzas con el Ballet, y que Víctor le contesta comentando lo que en su tiempo dedicado al Conservatorio va descubriendo cada día, pero también la inquietud que comienza a sentir ante la perspectiva de unos estudios de tan larga duración y tan apartados en aquel momento de las nuevas tendencias sobre las que siempre habían hablado. Había pues, que encontrar otra manera de desarrollar su música.

Tras el paréntesis de la „mili“, se encuentran en la plaza de Cascorro de Madrid. Alrededor de unas cañas, toman por fin la decisión de fusionar la capacidad de Víctor como compositor y el chorro creativo de Diego como contador de historias. Había nacido el dúo VICTOR Y DIEGO, y la fórmula que utilizarían a lo largo de toda su carrera: Víctor se ocuparía de las músicas y Diego lo haría de las letras.




Foto: Manuel Nieto

Se recluyen en La Estación de El Espinar, un pueblo de la sierra, en un viejo caserón que les presta Ramón, un hermano de Diego quien también ejerció como mecenas y manager desde el comienzo de sus andanzas hasta la grabación del primer álbum. Todavía lo recuerdan como una de las épocas más auténticas: dormían hasta el mediodía, luego se preparaban un cocido, y por la tarde, con el cubata, salían las ideas a borbotones. Los sábados les visitaban los amigos y escuchaban los temas nuevos de la semana que interpretaban junto a la chimenea. En ese lugar se generaría todo el material de "Semblanzas" y parte de las canciones de su segundo L.P. "A vosotros".


En otoño de 1.973 ven el momento de mover el material. Antes incluso de grabar una maqueta, se presentan en las oficinas de la EMI, (había que probar primero en la discográfica de los Beatles) y allí les reciben con los brazos abiertos. Era un momento de entusiasmo en la música española: las compañías estaban hambrientas de grupos nuevos. Además, los cantautores eran un valor en alza: Serrat cantaba a Machado; Aute aparecía después de cinco años de silencio con sus "24 canciones breves"; y Solera, antecedente de CRA&G (Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán), editaban su único disco.

Ramón Arcusa componente del Dúo Dinámico, en ese momento director artístico de EMI, y Luciano Fuentes, director de marketing de la Compañía, depositan la confianza en ellos animándoles a grabar una maqueta que contendrá una versión de "La mujer de cristal". Tras la maqueta, llega el disco. Producido por Ramón Arcusa y grabado en los estudios de la EMI de Barcelona (¡con equipo técnico procedente de Londres!), el álbum consigue su objetivo: sonar como si VÍCTOR Y DIEGO estuvieran cantando junto a la chimenea del viejo caserón. "Semblanzas" es además uno de los discos más baratos de la época. Con todas las guitarras grabadas en directo, el dúo registró los 12 temas en 2 días. El tiempo de grabación total, incluidos los arreglos de Arcusa no pasó de la semana.

Con el disco terminado la Compañía decidió esperar un tiempo hasta caldear el ambiente. Arcusa y Fuentes proponen al dúo una idea que en principio parece descabellada: participar en un festival. Inmediatamente les viene a la cabeza la imagen hortera de los festivales de la canción, y en un primer momento declinan la proposición. Pero los directivos de la discogáfica esgrimen razones de peso: en el Festival de Alcobendas hay un jugoso premio para Intérprete y otro para Autor. Y si ahí funcionan las canciones, el disco sonará en la radio. VÍCTOR Y DIEGO cambian de opinión y en noviembre de 1.973 cantan en Alcobendas una versión con orquesta de "La mujer de cristal", y otra interpretada sólo con sus voces y guitarras de "Mi escuela". Vencen en las dos categorías como Autores e Intérpretes. Los titulares de los periódicos les aclaman unánimes: "Por primera vez, la calidad triunfa en un festival". Exceptuando sus actuaciones de los sábados por la tarde en El Espinar, éste había sido su primer concierto.

El 9 de abril del siguiente año 1.974 organizan una presentación oficial de "Semblanzas", algo no muy habitual en esos días. Con el disco ya en las tiendas el dúo lo presenta con una memorable actuación en el Teatro de La Comedia de Madrid, ante un público entregado y la prensa especializada. Uno a uno fueron desfilando los personajes de las canciones de VÍCTOR Y DIEGO: "El afilador", "La mujer de cristal","Historia de un historiador", "Solterías"... Tras repetir la presentación en el Teatro Poliorama de Barcelona, VÍCTOR Y DIEGO comienzan a afianzar su excelente fama como brillantes compositores, hábiles fabricantes de armonías vocales y convincentes trovadores urbanos... Para algunos era la versión castiza de Simon & Garfunkel.



En 1.975 su agenda está que revienta. Ceden sendas canciones a Rosa León ("Carta para mi padre") y Marisol ("Mañana marcharé"). , Y empiezan a componer música para el cine, en concreto para las primeras incursiones en el celuloide del humorista Forges (El bengador gusticiero y su pastelera madre, País S.A., 24 horas aquí, etc.). Mientras se publican dos nuevos singles, "Tiempo de amor" y "El Parque" (no incluidos en sus elepés), que acceden respectivamente al número 7 y al 1 de "Los 40 Principales". VÍCTOR Y DIEGO se convierten en dos personajes populares, que aparecen constantemente en la radio y en televisión cantando en directo, y que desafían a los grupos pop y las canciones del verano en las listas de éxitos.


Foto: Gigi

Dedicado a la generación anterior, la que tuvo que huir del país para sobrevivir, el álbum "A vosotros" ve la luz a finales de 1.975. Producido por VÍCTOR Y DIEGO y con los arreglos de Víctor, se graba en los estudios Exa de Madrid para EMI, con invitados de lujo como Pedro Iturralde en "A la altura del viento" o Luis Cobos quien maneja el sintetizador en la fantasía extraterrestre "Juegos de acción". La parte gráfica la realizan amigos ilustres del dúo: el diseño Adolfo Estrada, las fotos Manuel Nieto y Michael Malka, etc.

En 1.976 el single "Flor de Barrio", también producido por el dúo, cierra su etapa con EMI justo en un momento clave de la sociedad española. A pesar de que VÍCTOR Y DIEGO no eran unos cantautores políticos en el sentido estricto (sus letras dejaban caer mensajes con delicadeza, aunque en alguna ocasión tuvieran que vérselas con la censura), ambos decidieron zambullirse de lleno en todo lo que estaba pasando en nuestro país, en plena transición a la Democracia. Eso conllevaba apartarse de la actualidad musical, dejar de salir en televisión y dejar de sonar en la radio. Lo cual, unido al final de su contrato discográfico, creó la sensación de que VÍCTOR Y DIEGO habían desaparecido del mapa.

En realidad estaban sumidos en uno de sus lapsus discográficos. No volvieron a grabar hasta 1.979, con el álbum "A volar" editado por Movieplay. Grabado en el estudio Torres Sonido de Joaquín Torres (ex-componente de Los Pasos) en Torrelodones, y contó con la colaboración de músicos de gran valía como Juan Carlos Calderón, Eddy Guerín, Eduardo Gracia, Pepe Sanchez, Alejandro Monroy...Un disco excelente que sin embargo, veía la luz cuando los medios de comunicación se reservaban para propuestas como las de las bandas de Rock urbano, la movida madrileña...era un difícil momento para los cantautores. Pese a todo VÍCTOR Y DIEGO continúan en la carretera, y en 1.980 acompañan a su amiga Pepa Flores, en una gira por diversas ciudades españolas. Fue la época en que había dejado ya de ser Marisol para anunciarse con su verdadero nombre y apellido. Durante los próximos años continúan inmersos en sus conciertos actuando en los lugares más diversos, desde Plazas de Toros hasta Teatros. En 1.983 viajan al Festival Internacional de Varadero (Cuba), compartiendo escenario con músicos tan admirados por ellos como Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Milton Nascimento, Chico Buharque...


Foto: Gigi

Su contrato con Movieplay hacía tiempo que había caducado y tampoco tenían excesivo interés en firmar con una discográfica que no fuera a respetar su estilo. El caso es que el silencio discográfico de VÍCTOR Y DIEGO lo lamentaban algunos comentaristas de música e incluso compañeros del dúo. Uno de éstos, Eduardo Ramírez, bajo del grupo "Cádillac" los animó a que volvieran a los estudios de grabación. Con él como Productor, lanzan en 1.986 el álbum "Colorín, colorao", diez nuevas canciones construidas sobre la fórmula de siempre: Víctor hace la música, y Diego se ocupa de las letras. "Amigo Sol", "Daniel y Paloma", "Vivir"... son algunos de los temas de aquél "Colorín, colorao" que puso fin hasta ese momento a la carrera discográfica de VÍCTOR Y DIEGO. Dejaron de colaborar juntos, y sus respectivas inquietudes les condujeron por caminos separados para poder desarrollar una vez más su propia personalidad.

Víctor, comienza a trabajar en un importante grupo financiero mientras desarrolla simultáneamente una fructífera etapa dentro del ámbito musical. Durante un tiempo colabora con Rita Irasema y Miliki como arreglista de los temas para sus programas de televisión, y realiza diversos trabajos para teatro y publicidad. Además en co-autoría con Emilio de Diego, hermano de Diego y también compositor y guitarrista, componen para las principales compañías de Ballet (Ballet Lírico Nacional de España, Ballet Nacional Español, José Granero, Elvira Andrés, Belén Maya, Teresa Nieto, María Rosa, Angel Rojas/Carlos Rodríguez, Antonio Marquez... y una larga relación de grandes profesionales de la danza). Así mismo realizan para televisión las bandas sonoras de series como "Lleno por favor", "Quién da la vez",... etc.

Diego cumple una ilusión mantenida durante largo tiempo, montando un restaurante con su familia al que ponen de nombre "La Angelita" en homenaje a su madre, quien fue la encargada de poner el toque mágico a las viandas. El éxito acaba desbordándoles, exigiéndole a Diego más tiempo del que podía dedicar a ésta aventura. Finalmente, lo cierra dedicándose de lleno a la Productora de Cine y Televisión que había montado. Con ella desarrolla una amplia actividad profesional, realizando cortometrajes, documentales, publicidad... y escribiendo numerosos guiones para cine y series televisivas de éxito.


Foto: Gigi

Pasan los años y VÍCTOR Y DIEGO sólo se encuentran de forma esporádica. Hasta que finalmente la Historia se repite, y en uno de éstos encuentros, de manera tan natural como pasara en aquella otra reunión en un bar de la Cabecera del Rastro años atrás, deciden con la misma ilusión de aquellos días sumergirse de nuevo en la aventura que nunca ha dejado de apasionarles, y que no es otra que la de hacer Canciones en las que cuenten y canten a todo aquello que es capaz de dejar un poso de emoción en sus vidas.

La situación era propicia. Víctor disponía de un estudio personal de grabación, donde había desarrollado la mayor parte de sus últimos trabajos. El proyecto es ilusionante, y durante los siguientes tres años, van robando horas a cualquier otra actividad que pudiera ocuparles, dedicándose íntegramente a desarrollar su creatividad. Así es como finalmente toma forma en 2.003, "Claroscuro", una nueva colección de canciones, donde siguen manteniendo de forma inalterable su fórmula artística: Víctor inventa las Músicas y Diego escribe las Historias. Tras proponerse desarrollar la obra íntegramente, ésta vez su voluntad creativa no termina aquí. Realizando personalmente además de la Composición e Interpretación, los Arreglos Musicales, la Ejecución de todos los instrumentos, los Coros, el Registro de Sonido, la Grabación y las Mezclas; así como la Dirección Artística del Diseño Gráfico de la Carátula y el libro que acompaña al CD Todo ello convierte a "Claroscuro" en una auténtica y genuina obra de Autor, en el más amplio sentido de la palabra.





Foto: Angel GŠ. Palmeiro


Por todo ello, VÍCTOR Y DIEGO ocuparon el espacio que siempre han tenido reservado entre la gente que lucha por mantener la dignidad y la calidad musical en éste País.


(Agradecimientos a Miguel A. Bargueño y Manuel Román, por sus respectivos apuntes biográficos, que son la base de la presente biografía).




Foto: Antonio Suárez

Ir a Noticias.